A veces, algunas veces, vas a ver un partido de fútbol y al final después de ver un grandísimo partido te vas para casa con una mala leche difícil de explicar, pues eso es lo que les ocurrió a los aficionados del Polvorín y del Corgo en el día de hoy. El partido fue de los que hacen afición, los dos equipos lucharon hasta el ultimo balón, en el ultimo segundo del partido, nadie daba un balón por perdido, nadie concedía un metro al equipo contrario, autentica lucha de titanes. El equipo de casa tubo mas posesión en la primera parte, si bien solo dispuso de una ocasión, precedida de un claro fuera de juego que el arbitro no pitó, los visitantes tuvieron la suya a pies de Alex, pero con todo a su favor se la dio a las manos al portero. En la segunda parte el Corgo fue mucho mas agresivo, y solamente la diosa fortuna y sobre todo la actuación arbitral evitaron que se llevase los tres puntos, cuatro o cinco ocasiones muy claras de los visitantes que no quisieron entrar, dos de ellas sacadas por los defensores debajo de los palos con el portero ya batido, pero el balón no entró, los locales no pudieron en ningún momento con la defensa visitante, que rayo la perfección, si bien tuvieron la ultima del partido, pero el meta visitante atajo un balón que se colaba pegado al poste. Hoy por primera vez desde que estoy haciendo estos comentarios voy a hablar de una actuación arbitral, por que considero que tienen derecho a equivocarse igual que todo el mundo, pero lo de hoy fue capitulo aparte, se trago tres penaltis de libro, dos a favor del Corgo y uno a favor del Polvorin, anuló un gol a Diego del Corgo totalmente legal, dejó sin sancionar una agresión de un jugador del Polvorín a uno del Corgo con una patada por detrás, sin balón, que ni siquiera pitó falta y acabó expulsando a uno del Corgo que le llamó por su nombre HP después de que no le pitase un penalti al barrerlo el portero del equipo de casa, el peor que he visto en muchos años y este si influyó en el resultado. Ninguno de los dos equipos, se merecía esto, porque de verdad, se partieron el pecho en el campo. GRAN, GRAN partido, sobro el del pito.
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