La imagen curiosa de la semana llega desde la liga noruega. Allí, todo cambió en un instante para el centrocampista del Haugesund, Haris Hajradinovic, que se metió en un bucle de problemas hasta que tuvo que abandonar el campo.
Primero, un rival le desbordó por la línea de fondo y él cometió falta. La zancadilla, no obstante, se produce fuera del área, pero el colegiado aprecia penalti. Su propio portero no entiende por qué ha cometido un penalti tan absurdo (en realidad no lo fue) y corre a recriminarle. Entonces, el le pone la mano en la cara y lo separa con brusquedad.
Para mala fortuna, el árbitro asistente se percata de semejante falta de respeto y se lo filtra al principal. El trencilla no se corta un pelo y corre para expulsar al propio Hajradinovic, al que una falta se le convirtió en penalti y una discusión entre compañeros en una tarjeta roja.