Una distancia de 160 kilómetros puede ser mucha o poca, según para qué. Esa es la medida que separa las ciudades de Vigo y A Coruña: vecinas, parecidas, y a la vez muy diferentes.
También son distintos los equipos de fútbol que las representan y ambos cuentan con una legión de seguidores que defienden la identidad de Galicia a través de su escudo. Pero es precisamente esa identidad lo que más une a ambas ciudades y también a sus clubes.
Y no hay nada más gallego que el marisco y, por supuesto, la lluvia. Lluvia que se encargó hoy de recordar de que Vigo y A Coruña, al igual que Dépor y Celta, son primos hermanos. Una sola borrasca se bastó para inundar Riazor y Balaídos en cuestión de unas horas.
La situación ha mejorado en los últimos minutos y el nivel del agua ha bajado. Por suerte, el Deportivo juega fuera, en el Santiago Bernabéu (dónde ya tuvo que disputar una final de Copa del Rey en dos días distintos por la lluvia, en 1995). Sin embargo, el Celta debe recibir al Atlético de Madrid el domingo (20.30 horas) y no está claro que pueda hacerlo por las condiciones del campo. Y es que en Galicia, y por extensión en A Coruña y en Vigo, se esperan intensas lluvias a lo largo de todo el fin de semana.