Una de las mentiras más repetidas en el mundo del fútbol es esa de “la lotería de los penaltis” o “qué mala suerte, ha fallado un penalti”. Es evidente que son muchos los factores que influyen a marcar o fallar un lanzamiento de los once metros, pero casi todos son mejorables.
El Barcelona se ha convertido de nuevo en noticia por fallar un nuevo penalti. Esta vez ha sido Luis Suárez el que ha ‘cerrado los ojos’ y tirado un balonazo casi al centro de la portería que se ha topado con Juan Carlos. Es el séptimo penalti que falla el equipo azulgrana de los trece que ha lanzado en esta liga. Desde luego, no es lógico que un club con futbolistas de talla mundial para lanzar como Neymar, Messi y Luis Suárez fallen más de la mitad de sus tiros cuando el porcentaje habitual de acierto suele rondar el ochenta por ciento.
Está claro que no depende de la suerte, al menos no exclusivamente. Si así fuera, no habría tres lanzadores históricos cuyo nivel de acierto es superior al noventa por ciento. Estadísticamente, Gaizka Mendieta es insuperable. Así lo refleja un estudio de La Nueva España en la que sitúa al ex futbolista del Valencia como el mejor lanzador de todos los tiempos.
Mendieta, que acostumbraba a mirar al portero, esperar sus movimientos, y decidir después dónde tiraba, falló tres penaltis de los 34 que lanzó en su carrera. Eso le otorga un 91.18 % de acierto. En el podio de mejores lanzadores de la historia le acompañan Juninho, que pasó por el Atlético de Madrid, con 29/32, y el mítico delantero argentino Batistuta (28/31). Los tres marcaron más de nueve de cada diez disparos efectuados.
Es cierto que cada vez los porteros tienen más información y datos sobre los lanzadores, pero estos también deberían tener apuntes sobre los porteros a los que lanzan. Los penaltis son una de las pocas cosas que en el fútbol moderno se siguen dejando a la improvisación de los delanteros. La buena técnica se les presupone pero para lanzar bien un penalti hace falta seguridad, templanza y valor. ¿Se puede entrenar?