Cuando ya se lleva un cuarto de la liga regular, empiezan a perfilarse las intenciones de cada equipo en esta nueva categoría femenina. Era toda una incógnita debido a que al tratarse de una nueva competición en la que las participantes procedían de las primeras posiciones de los diferentes grupos de la Segunda División de la temporada pasada, no había precedentes de enfrentamientos entre la mayoría de las escuadras.
El equipo que está resultando más fuerte, el Fundación Osasuna, a pesar de su derrota de hoy lidera la tabla solventemente, con tres puntos de ventaja sobre sus perseguidoras, el filial de Barcelona y el Real Oviedo (u Oviedo Moderno a efectos oficiales). Por detrás un nutrido grupo de cuatro equipos a tan solo un punto de catalanas y asturianas: Zaragoza CFF, SD Eibar, SE AEM de Lleida y el filial del Athletic. Justo un punto por detrás se encuentra el Alavés al que le sigue de cerca el Seagull badalonés. En principio, y salvo arreón de las de abajo, estos nueve equipos parecen ser los llamados a disputarse entre ellos el campeonato, con un equipo navarro que hasta hoy no había sufrido fisuras pero que en tierras ilerdenses han aprendido la lección de que no va a haber rival pequeño en esta competición. De entre los siete no filiales del grupo saldrá el ascenso a la máxima categoría.
Por abajo, dos equipos parece que muestran indicios de que la categoría les está quedando un poco grande. El Pozuelo de Alarcón y el Sporting gijonés. Las madrileñas habían sido cuartas en su grupo la temporada pasada y en principio no partían con el estigma de haber sido las últimas en clasificarse de su grupo ya que el Madrid CFF B había sido quinto y también logró billete para la nueva competición. No pueden decir lo mismo las asturianas que son el único equipo de las 32 participantes que no consiguieron su ascenso en el campo, sino en los despachos, ascendiendo a la segunda categoría nacional habiendo quedado sextas en su grupo, a pesar de que hubo varias quintas a las que no se les ofreció este ascenso. Se suele decir que de aquellos polvos vienen estos lodos y es que las gijonesas, de momento, cierran la tabla y, visto lo visto, salvo fichajes que refuercen el equipo y el juego, tienen todos los números para conseguir una de las dos plazas de descenso a la Primera nacional, la tercera categoría del fútbol femenino. Justo por encima de asturianas y madrileñas, cuatro equipos tratan de escapar de la quema: las vallisoletanas del Parquesol, las lucenses de Friol y los equipos filiales del Madrid CFF y del Atlético Madrid. Moviéndose en tierras de nadie se encuentra el Racing féminas santanderino, a cinco puntos del descenso y a diez del ascenso, por lo que no pueden relajarse y deben seguir tratando de ascender en la tabla.
A la vista de todos estos datos, parece que los grupos de procedencia más fuertes de los equipos de la Liga Norte son el grupo 2, formado por equipos vascos y navarros (con cuatro representantes entre los nueve primeros), y el grupo 3 de catalanes y aragoneses (con otros cuatro representantes), ya que de los cuatro representantes procedentes del grupo 1 (gallegos, asturianos y cántabros), solo el Real Oviedo está mostrándose a la altura de la categoría, mientras que el grupo 5, de castellanos y madrileños no tiene ningún representante entre los candidatos al ascenso.