Uno de los mejores futbolistas turcos de la historia, Hakan Sukur, pasa por momentos complicados tras su retirada. La leyenda del Galatasaray y la selección turca, que se retiró en 2008, se enfrenta a un juicio en el que le piden cuatro años de prisión por insultar al presidente del país, Recep Erdogan.
Curiosamente, Sukur formó parte del partido de Erdogan en 2011, aunque lo abandonó cuando se destapó un importante caso de corrupción interna. Desde entonces se ha alineado con la oposición para tratar de sacarlo del poder.
Las acusaciones sobre el ex futbolista están basadas en unos supuestos insultos proferidos en Twitter tanto hacia el presidente como hacia su hijo. Sukur lo niega y dice que su objetivo nunca fue el de insultar.