Esta madrugada tuvo lugar en el Quicken Loans Arena de Cleveland una final anticipada de la NBA. El mejor equipo en lo que va de competición, Golden State Warriors, visitaba al más destacado y favorito de la Conferencia Este, Cleveland Cavaliers. Pues bien, no hubo partido.
Lo hubo, porque jugaron, pero faltó emoción, intriga y, por momentos, competitividad, ya que los Warriors pasaron por encima a unos Cavs que no pudieron explotar ninguno de sus puntos fuertes (98-132). Lebron James, su principal valor, se quedó en 16 puntos y no fue el hombre determinante de otras citas.
Por contra, el recital de los visitantes fue constante. Por supuesto, la cabeza visible volvió a ser Stephen Curry, del que ya nadie duda que es el jugador del momento: 35 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 3 robos. Además, los doce jugadores que participaron por los de Golden State consiguieron anotar.