Gary Cahill no pasa por buenos momentos. En lo futbolístico, su temporada en el Chelsea está siendo más que cuestionable, mientras que en lo personal se le ha sumado un gran problema: sus vecinos.
El central inglés está construyendo una mansión en el sur de Londres. Para ello invertirá más de seis millones de euros, pero ese no es el principal obstáculo. Sus vecinos se oponen a las ostentosidades del defensa de Chelsea y estudian la posibilidad de llevarlo ante los tribunales.
Cahill tiene previsto equipar su casa con sala de cine, gimnasio, sala de juegos, biblioteca, bodega y bar, entre otras excentricidades. Sin embargo, sus vecinos ya han unido fuerzas para presentar quejas y hacer llegar a oídos de la opinión pública las irregularidades en la construcción de tan lujosa mansión.
Según explican los residentes en la zona se trata de un ámbito rural que Cahill no respeta, así como que la obra se excede en el número de metros edificables. Así las cosas, parece que el pupilo de Mourinho no tiene suerte construyendo juego ni viviendas.