La madrugada en la NBA dejó la derrota de los Wolves de Ricky Rubio ante los Blazers (96-93) y la de los Bulls de Pau Gasol, que no hicieron ni sombra a los Clippers (120-93). Pero además de eso, regaló una actuación memorable de Draymond Green, alero de los Golden State Warriors, que firmó un ‘triple-doble’ perfecto, algo que no sucedía desde que el mítico Wilt Chamberlain lo hacía en 1967.
¿Qué es un ‘triple-doble’ perfecto? Pues conseguir diez o más unidades en tres de las estadísticas que se miden en la NBA y hacerlo, además, sin fallar ni un solo tiro de campo. Eso es lo que consiguió Green en el triunfo de los suyos ante los Knicks (96-116). El alero logró 20 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias (además de 2 robos y 2 tapones). Consiguió anotar siete canastas de dos puntos con siete intentos, y dos triples, también sin fallo.