Gianni Infantino es el nuevo presidente de la FIFA. En la segunda de las votaciones celebradas ayer se impuso a Salman, su principal rival, por 115 a 88. Aunque no se trata de un triunfo aplastante, sí decanta claramente la balanza hacia la propuesta más ‘europeizada’ de dirigir el máximo organismo del fútbol.
Infantino, que durante seis años ha sido secretario general de la UEFA debe dejar atrás ahora la sombra de la corrupción que salpica a la mayoría de grandes estamentos del fútbol.
Los candidatos derrotados han aceptado la decisión de los votantes y han mostrado su intención de apoyar a Infantino en sus primeros pasos al frente de la FIFA.