La famosa huída de James Rodríguez a velocidades cercanas a los 200 km/h le costará cara al mediapunta colombiano.
Una mañana cualquiera se dirigía al entrenamiento del Real Madrid en Valdebebas, todo hace indicar que a velocidades poco recomendadas, cuando un coche policial le dio el alto. Lejos de detenerse, el futbolista aumentó aceleró su Audi de alta gama para cruzar a máxima potencia la M-40.
Las imágenes de James entrando en la ciudad deportiva del Real Madrid, perseguido por un utilitario de la policía, camuflado y con la sirena portátil en el techo, dieron la vuelta al mundo. También se hicieron famosos los vigilantes de seguridad del club blanco que no le permitieron a los agentes acabar la persecución en detención.
Ahora, según informa el diario ABC, al centrocampista le han impuesto la sanción más grave posible, dentro de las de desobediencia o resistencia la autoridad, que oscilan entre los 601 euros y los 10.400. Pues bien, esos 10.400 serán los que deba pagar, aunque con eso no habrá cumplido. Además de ser acusado de desobediencia, James tiene pendiente un proceso penal por un presunto delito contra la Seguridad del Tráfico. Al respecto de eso, todavía no se conocen sanciones.
La excusa utilizada por el colombiano no parece haber convencido al juez. Según fuentes del Real Madrid, no detuvo su coche por miedo a un secuestro, ya que, a pesar de la sirena y de las señales hechas por el vehículo que le perseguía, dice no haberlo reconocido como un coche policial.
Está por ver también qué sucede con los miembros de seguridad del club madrileño, ya que la policía pidió también información al respecto. Está por ver si los empleados pueden ser acusados de entorpecer la actuación de las fuerzas del estado y qué consecuencias les podría traer en caso de ser denunciados.