Es evidente que el Valencia pasa por uno de los momentos más complicados de los últimos años. La salida de Nuno do Espírito Santo, un entrenador muy protestado por la grada, no fue más que una solución momentánea a un problema persistente.
La plantilla, confeccionada con el mayor aporte económico de los últimos tiempos en Mestalla, no da el nivel. Hay futbolistas sobrevalorados porque su mejor momento ha pasado (Negredo) y otros, los más, cuya habilidad de sus representantes debe ser mayúscula. La nómina es amplia: Abdennour, Danilo, André Gomes, Enzo Pérez, Vezo, Zahibo…
Esos futbolistas estaban llamados a colocar el Valencia en Champions. Lo cierto es que por el nivel mostrado deberían dar gracias de estar lejos del descenso. Ayer en A Coruña solo dio una nueva versión de sí mismo. Parejo, desposeído a la fuerza de su brazalete, fue de los pocos con cierto criterio. Empataron, y de milagro.
Y eso lleva al Valencia a encadenar diez jornadas sin ganar, la segunda peor racha de su historia en la Liga. Su última victoria data del 7 de noviembre. Aquella tarde, en Balaídos, se impuso por 1-5 incluso sin convencer demasiado. Eso le dio una nueva oportunidad a Nuno pero ni el, ni ahora Neville, han podido hacer milagros.