En los partidos de fútbol cada equipo ha de presentar un delegado que en el caso del equipo local se denomina delegado de campo. Los dos equipos que disputan un partido de fútbol han de presentar a los partidos que juegan una persona que ejerce las funciones de delegado y que está acreditado por la federación que debe de hacer unas tareas para su equipo y para el desarrollo del partido. Sus tareas son ponerse a disponibilidad del árbitro y cumplir las instrucciones que le indique antes, durante y al acabar el partido. Ofrecer su colaboración y ayuda al equipo contrario. Evitar que entren a los vestuarios personas que no sean de ninguno de los dos clubes y que no figuren en el acta del partido. Procurar que el público que acude a ver los encuentros no pueda meterse con los jugadores del equipo rival y con los árbitros e invadir el terreno de juego de los partidos. Acudir pronto al vestuario del árbitro y acompañarlo para su protección y que no puedan sucederse altercados y otras cosas que puedan poner en peligro al trio arbitral. Solicitar o pedir la asistencia o protección de la guardia civil, policia u otras fuerzas públicas a requirimiento del árbitro o por iniciativa propia si las circunstancias así lo aconsejan.