Vicente del Bosque ha sido un seleccionador nacional ejemplar en muchos aspectos. Muchas veces cuestionado en lo táctico, el técnico salmantino siempre ha tenido en su mano izquierda y la capacidad de llevar el grupo y a los medios de comunicación como su principal baza.
Con Del Bosque al mando no había incendio que se expandiese, fuese el que fuese, más allá de unas horas. Siempre había funcionado, hasta que dejó de hacerlo. La salida de tono de Pedro Rodríguez solo fue un síntoma de la pérdida de jerarquía del entrenador en un grupo del que las viejas glorias no fueron sacadas a tiempo.
Tal vez por querer contentarlos o premiar su gran trayectoria, Del Bosque seleccionó a Pedro y a Casillas para una Eurocopa que no se habían ganado en el campo. El canario pronto salió a protestar por no jugar, algo que pocos entendieron dado su rendimiento. Ahora, nos enteramos por la boca del propio entrenador que Iker Casillas tampoco se ha “portado bien” con el cuerpo técnico. ¿No lo veías venir?
La famosa mano izquierda le falló esta vez al marqués. No percibió que para Pedro y Casillas no es un premio ir a una Eurocopa para no jugar. Lo han ganado todo, han sido importantes y nunca han llevado bien la sombra. ¿No estaban mejor en casa?
Una vez cometido ese error, Del Bosque falló a sus habituales principios señalando a un jugador en concreto. Salir en los medios señalando a Casillas por su mal comportamiento no es digno del más elegante y apaciguador de los entrenadores. Es por eso que se intuye que la desconsideración del portero tuvo que ser grave. Sin embargo, si no lo fue tanto como para expulsarle de la concentración no debía haberlo sido tampoco para trascender ahora y manchar la imagen tanto del portero como del técnico.