Cada semana sucede un (al menos uno) incidente lamentable en nuestro fútbol. Casi siempre, además, con la figura del colegiado como víctima. Esta vez ha sido en Santa Cruz de la Palma, donde se disputó el Mensajero – Barakaldo de Segunda División B.
El Barakaldo se adelantó en el último minuto de la primera mitad y eso ya no sentó bien a parte de la afición local. Cuatro personas que el colegiado identificó como seguidores del Mensajero saltaron al terreno de juego para tratar de agredir al trencilla y/o sus asistentes. Los frenaron y, por suerte, no pudieron hacerlo.
Sin embargo, una vez finalizado el partido, el trío arbitral salió de las instalaciones y se encontró con un grupo de unas sesenta personas con ánimo de agredirles. La Policía Nacional recomendó la salida, creyendo poder controlar la situación y los escoltó hasta el taxi. Sin embargo, cuando parecían a salvo, un energúmeno consiguió alcanzar a uno de los jueces de línea, le agarró la cabeza y se la golpeó contra el propio coche.
El fuerte impacto le causó un corte en la frente y tuvo que ser trasladado al hospital en ambulancia, donde fue debidamente atendido.
El Mensajero emitió un comunicado en el que condena cualquier tipo de violencia y en el que lamenta lo sucedido.
Fuente: Sindicato de Árbitros