Como comenté en el artículo anterior, he estado presenciando últimamente muchos partidos de fútbol de categorías inferiores y, la verdad, he presenciado en directo dos modelos de padres que no deberían entrar a un campo sin un bozal que no le permita emitir sonidos.
Hablo de tres modelos:
PADRE/MADRE ENTRENADOR/A: Es aquel/aquella que no para de dar instrucciones tanto a su hijo/a como a sus compañeros/as, que se le escucha más que al entrenador, que se escucha perfectamente dando instrucciones a los peques que contradicen al entrenador…
Razono: El hijo forma parte de un equipo que cuenta con un entrenador, entrenador que está preparando al equipo dos, tres o cuatro días por semana, que intenta que su equipo aprenda unos mecanismos necesarios según su propuesta de juego en función de los jugadores con que cuenta, ¿De verdad quieres que tu hijo aprenda algo?, pues deja que el entrenador, más o menos acertado, ponga en práctica en los partidos lo trabajado durante la semana, ¿Que no estás de acuerdo con los procedimientos del entrenador? Hay más equipos, pero, POR FAVOR, deja a los peques hacer lo que les manda el entrenador, que para eso está, y por el bien de tu hijo, DÉJALE JUGAR Y DISFRUTAR del JUEGO del fútbol.
PADRE/MADRE FOROFO/A: Insulta, menosprecia, crítica, se ríe del rival cuando el viento sopla a favor… No se libra ni su propio hijo. Típico buscabullas.
Los peques están aprendiendo y también tienen que divertirse jugando, y no tienen porqué soportar a ningún impertinente desde la grada, que está para animar a su equipo, más aún en la derrota. Son niños o niñas, nadie se merece eso, y menos ellos. Por favor, demos ejemplo.
PADRE/MADRE MARADONA: Es un caso similar al forofo, pero en este caso se creen que su hijo o hija es el próximo Maradona que, cuando las cosas van mal, está rodeado de inútiles y crítica a grito vivo a sus compañeros, culpándoles incluso de los errores que comete su propio hijo.
Uno: Al fútbol se juega en equipo, y más en categorías inferiores, todos los niños deben ser considerados iguales.
Dos: Si los jugadores de más alto nivel fallan, ¿Cómo no va a poder cometer errores un niño que está en plena fase de aprendizaje?
Tres: Tu hijo o hija forma parte de un equipo donde, además de compañeros, también debe tener amigos. Respéctales.
Cuatro: Con esa actitud, lo único que puedes conseguir es que tu hijo o hija no caiga en gracia en el grupo. Piénsalo.
Como dije en el anterior artículo, esto es simplemente una opinión personal, y, sinceramente creo que sería mejor para los niños y niñas que sus padres o madres no pudieran encasillarse en ninguno de los grupos descritos.