Karim Benzema salió del entrenamiento del Real Madrid en Valdebebas como Pedro por su casa. No atendiendo a señales verticales, en la calzada ni ningún tipo de sentido común, optó por incorporarse con su Audi a la carretera sin aminorar la velocidad y, ¿por qué no? también sin mirar.
La aventura podría haberle salido mucho peor al delantero francés, ya que solo la intrépida maniobra de un conductor que pasaba por allí. A los mandos de su Ford Fiesta, a golpe de volantazo, evitó la colisión. Hizo sonar potentemente su bocina pero… Benzema ni se inmutó, le adelantó por la derecha y continuó su camino.