El Leicester va a ganar la Premier League. Solo un momento de extraordinaria flaqueza que no han tenido en la temporada le podría complicar la situación. Es líder, con con siete puntos de ventaja sobre el Tottenham y con solo cinco partidos por disputarse.
Desde luego que hacerse con el título dejando a una enorme distancia a equipos como Manchester United, Manchester City, Chelsea, Arsenal o Liverpool, por ejemplo, es una gran gesta para un club que el curso pasado, a estas alturas, iba de último.
El primero en saber que se trata de algo histórico es Claudio Ranieri, el entrenador y padre de este proyecto increíble. A pesar de estar curtido en mil batallas, el técnico italiano no puede evitar emocionarse cuando se da cuenta de lo que están a punto de conseguir. Al finalizar el último encuentro, por ejemplo, tuvo que contener las lágrimas.
Los aficionados de todos los clubes ya han comenzado a asimilar lo que se convertirá en realidad: un modesto como el Leicester nos va a dejar a todos sin título. Por supuesto, también hay otros extraordinariamente contentos. La ciudad está volcada con el equipo y se prepara una gran fiesta para el día de la consumación.
Son muchos los que hacen cuentas para saber cuándo será su equipo campeón. La mayoría coinciden en que podría ser en el último partido en casa, penúltimo de la competición. Ese duelo, frente al Everton, puede ser el que le otorgue la gloria a los Foxes.
Y como nadie se quiere perder tal evento, el precio de las entradas ha ido subiendo de forma constante, hasta llegar a límites insospechados. Aun faltando casi un mes y sin saber si será o no la gran noche, se han llegado a pagar 9.000 euros por una localidad. Nadie quiere perderse una de las páginas más increíbles, meritorias y emocionantes de la historia de la Premier.
