La queja de un grupo de padres de California, que consideraban “negligente” y un “descuido” permitir a los niños golpear del balón de cabeza, ha desencadenado en una prohibición para todos los menores de diez años que practican fútbol en Estados Unidos.
La federación de fútbol del país norteamericano (USSF) ha decidido que ningún menos de esa edad pueda golpear el balón de cabeza y, además, los comprendidos entre once y trece solo podrán hacerlo en los entrenamientos, nunca en los partidos.
La reclamación de los preocupantes padres ha destapado unos números que la USSF ha considerado inadmisibles, tomando rápidas medidas para tratar de solucionar el problema. Cerca de 50.000 contusionados en un solo año, números muy superiores a los de otros deportes, han llevado ha la federación a prohibir los saltos de cabeza, en los que se ocasionaban la mayoría de las lesiones.
Como cada vez que hay cambios drásticos en el reglamento, no han tardado en aparecer los defensores de la medida y también los detractores, que explican que se desvirtúa el deporte y que, además, el riesgo no es tan significativo.