“¡Lucas, selección! ¡Lucas, selección!”. Este era uno de los cánticos que se repetían en el estadio de Riazor después del gol del delantero deportivista en el último partido de liga contra el Atlético de Madrid , antes del partido frente al Levante (1-1 gol de Lucas) y antes de que Vicente del Bosque anunciase la esperada convocatoria de la Selección Española. En ella no estaría el coruñés Lucas Pérez y me he planteado hasta que punto es justo o no.
En el fútbol casi siempre hay opiniones para todos los gustos, así que creo que antes de emitir un juicio de valor sobre el tema es justo arrojar algunos datos para llegar a dichas conclusiones.
A favor del coruñés juegan sus 7 goles en 11 partidos y una influencia crucial en el juego deportivista, ya desde el curso pasado. Calidad en la definición, capacidad de brega y liderazgo, buen disparo, buen remate, buen juego al espacio y sin problemas para asociarse.
En su contra está que de momento sólo van 11 partidos de liga (si no tenemos en cuenta nada del año pasado) y algo tan exigente como la selección requiere una continuidad mayor en este nivel (este argumento se me cae con la convocatoria de Nacho, jugador del Real Madrid).
Dicho esto lanzo una pregunta: Si estas características y datos los tuviese un jugador del Real Madrid, Barça, Atlético de Madrid, Villareal o Valencia, ¿tampoco iría convocado?
Sinceramente creo que en este “circo” del fútbol, la repercusión de las “funciones” y las “compañías” a las que representan tienen más importancia que las cualidades artísticas de los protagonistas.
Es justo decir que todo esto forma parte de la idiosincrasia de este deporte, donde da igual los goles que metas en tu filial o lo bien que lo hagas si no cuentas con un buen entrenador en el primer equipo que lo vea, una directiva que apueste o, más bien, un representante lo suficientemente hábil para “hacerlo ver” antes de que otro de fuera se haga con el sitio que pensabas que había que ganarse. Por lo tanto, no es algo aislado sino más bien un patrón que se repite en este deporte, sobre todo cuando se llega al alto nivel y hay muchos tipos de resultados por el medio. Digamos que nadie está libre de “culpa”.
Mi opinión es que sí merece la oportunidad, pero que no la tendrá a no ser que meta muchos goles más y durante casi toda la liga, o utilice el camino corto de hacer lo mismo, o menos, con la camiseta de uno de los equipos de arriba en un futuro. Al aficionado deportivista le dolerá esta opinión, pero pienso que merecen saber lo que para mí es la verdad.
Adaptando un dicho popular: Dime con quién andas y te diré si te convoco.