¿Hay un trabajo mejor que ser delegado de un equipo de fútbol profesional? Sí, serlo del Real Madrid. Se puede decir que a Miguel Porlán ‘Chendo’ le tocó el ‘Gordo’ en el sorteo de los mejores empleos del mundo.
Porque el delegado vive desde dentro del vestuario la emoción del fútbol, lo disfruta y celebra como un miembro más de la plantilla o cuerpo técnico. Exactamente igual, pero sin presión. Sin responsabilidad. Su trabajo, por sencillo, apenas tiene margen para la equivocación. “Entra el 14 y sale el 10”, tiene que decirle al cuarto árbitro cuando Benítez empieza a ver peligrar el partido. El único riesgo en su trabajo es, aparentemente, que el sustituido sea un ‘Cristiano Ronaldo’. Ahí, como buen torero, tiene que recibirlo a ‘porta gayola’ y tranquilizarle antes de que pague sus iras con la primera botella de agua, sudadera o botiquín que se cruce en su camino y se convierta en la portada de todos los medios deportivos.
Bueno, además de eso, es de suponer que tiene que saber qué futbolistas se pueden alinear, ¿no? Su primera responsabilidad debería ser la de conocer a la perfección el reglamento y evitar, a toda costa, que su equipo pierda un solo punto o posibilidad de conseguirlo por tareas administrativas. Ayer Chendo quedó en evidencia. Se debería atribuir la más que probable eliminación del Real Madrid en la Copa por la alineación indebida de Cheryshev. Irse o, al menos, pedir perdón.
En realidad la imagen del Real Madrid en su conjunto fue nefasta, porque no es posible que en el club más grande del mundo juegue un futbolista sancionado. En los equipos de élite hay casi un miembro de cuerpo técnico por cada futbolista. Estudian hasta lo que comen los rivales. De Cheryshev, su propio futbolista, nadie sabía nada. La administración del club, tampoco. Vergonzoso.
Y más penoso es ver como Rafa Benítez, el entrenador, dice que no hubo comunicación por parte del Villarreal. ¿El Villarreal? ¿En serio pretende echarle la culpa al Villarreal? También se quejó porque la Federación no les comunicó el castigo, algo a todas luces falso, ya que son varios los medios de comunicación que han sacado el listado de sancionados hecho público hace tiempo por los cauces habituales.
Butragueño, el hombre de oficio desconocido en la casa blanca, también salió a la palestra para dejar una perla: “El Madrid nunca hace el ridículo” (es evidente que no). Es posible que Chendo no tenga el mejor trabajo del mundo. Al fin y al cabo, lo de Butragueño es insuperable.